Lo primero es contratar y ponernos en manos de pintores profesionales, que garanticen un buen acabado y la realización de un servicio impecable.
Si su presupuesto se queda corto o no llega a cubrir la contratación de un profesional, entonces no nos queda más remedio que ponernos manos a la obra.
Para ello tendremos que disponer de los siguientes materiales…
1.- Cinta decoración para tapar y cubrir clavijas, marcos de la puertas, ventanas y uniones de paredes y techos donde se vaya a pintar con distintos colores.
2.- Papel con cinta para cubrir los bordillos de la habitación a pintar, cartones para cubrir el suelo del habitáculo y plásticos para proteger los muebles ubicados en el lugar a pintar.
3.- Espátula y masilla de interior, para el caso de que haya que arreglar algún desconchón u agujero.
4.- Bandeja de plástico con la medida de ancho según el tamaño del rodillo a utilizar.
5.- Rodillos y pinceles o brochas apropiados para el tipo de paredes, techos y tipos de pintura a aplicar.
6.- En función de los distintos tipos de superficies a pintar y el tipo de matización que se pretenda conseguir, utilizaremos un tipo de pintura con BRILLO, SATINADO ( con menos brillo ) o MATE ( sin brillo ). La mayoría de pinturas están calibradas para su utilización al uso, es decir; se aplica directamente la pintura al soporte. Caso de dar dos manos, se diluirá la pintura a aplicar con un máximo de un 10%, caso de incrementarse la dilución, se perdería cubrición.
Por último, elegir el tono o paletas de colores, que estemos interesados en aplicar.
MUCHOS ÉXITOS Y BUEN TRABAJO.